viernes, 11 de diciembre de 2009

Articulando...

La ley del clavo ¿ buena ó mala?



Cuántas veces no hemos escuchado la popular frase “un clavo saca otro clavo”, justo cuando acabamos de romper con una penosa y no muy satisfactoria relación sentimental. Cuántas veces nuestras amigas, y principales paños de lágrimas, nos aconsejan salir a conocer nuevos prospectos en una deprimente noche de rumba. Cuántas veces hemos sentido la necesidad de conocer a otra persona, a la que sea, con tal de olvidarnos de aquel despiadado que vilmente nos rompió el corazón. Pues esto, chicas, no siempre es la mejor solución

Aunque bien es cierto que conocer a una nueva persona es el comienzo para iniciar un nuevo ciclo lleno de confianza y seguridad, no en la totalidad de los casos resulta favorable. ¿Qué pasaría si la nueva persona no es como la imaginamos y resulta el remedio peor que la enfermedad? O mejor si, por el contrario, nos enamoramos de tal forma, que nuestro macabro plan de olvido termina convirtiéndose en la peor de nuestras pesadillas; digo pesadillas porque puede que nosotras seamos el clavo de alguien más. Suena horrible, pero sucede todo porque la ley del clavo se ha convertido en la herramienta número uno de los entusados que quieren olvidar.
 
Siempre que se conoce a alguien, luego del tan conocido “mal de amores”, se espera que esta persona sea el ángel guardián que nos rescate de las noches de amargura y depresión; pero olvidamos que el corazón siente y que en medio de salidas y charlas, en donde el pasado es la pieza fundamental, podemos empezar a conocer al otro y, por supuesto, a enamorarnos. De hay en adelante nos podemos encontrar con dos caminos totalmente opuestos, el primero en donde el susodicho resulte un patán peor que el anterior y volvamos desoladas a las tardes de café con las amigas, a las películas románticas y a los chocolates que calman y engordan nuestro cuerpo y corazón, ó el otro en donde el nuevo prospecto sea el príncipe azul que Disney nos ha inculcado desde que teníamos tres años de edad. Sí este es el caso, también encontramos otros dos caminos, dos caminos muy sencillos; ó dejamos el pasado atrás y lo convertimos en eso, pasado. Ó nos atormentamos la existencia pensando en la pasada relación no sólo de nosotros sino de nuestro nuevo amor.
 
En el amor como en el juego todo se vale, pero si estás realmente enamorada de tu ex y sólo quieres conocer a alguien para pasar el rato y lograr que las imágenes constantes de melancolía y momentos vividos se desvanezca, detente. No es bueno jugar con los sentimientos de los demás, pues en realidad, aunque muchos lo hagan, pocos quisieran ser considerados el clavito que ayudó a olvidar a alguien más. Sólo si, en tu caso, estás decidido a darte una oportunidad para ser feliz ve en busca de otro chico que te robe el corazón.


La ley del clavo solo es buena si el pasado quedó atrás, recuerda que en la vida lo único que importa es el presente y la principal misión de nuestra vida hoy es la búsqueda de la felicidad.

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